La ruptura de Google con Huawei y la guerra comercial castigan a Apple que cae en torno al 3%

Los inversores no han recibido bien la decisión del gigante estadounidense Google de suspender los negocios con la firma china Huawei relacionados con la transferencia de productos de hardware y software – menos los cubiertos con licencias de código abierto- y castigan duramente las acciones de Apple con caídas de más de un 3%, intercambiándose sus títulos a poco más de 182 dólares. Además, el rojo se ha extendido por el selectivo tecnológico Nasdaq, que registra retrocesos del 1,49%, y por el Dow Jones, con ligeras caídas del 0,33%. Además, los mercados europeos que se han abonado a las malas sensaciones. En concreto, el Ibex 35 cayó un 0,87%, mientras las principales plazas del Viejo Continente se dejaban más de un 1% de media.

En opinión de Mario Esteban, investigador principal del Real Instituto Elcano para Asia y profesor titular del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid, todos los acontecimientos a los que estamos asistiendo «no se deben entender solo en el ámbito comercial, sino que estamos asisitendo a una rivalidad de fondo entre Estados Unidos y China».

Como ha explicado este experto, en este proceso lo importante no es equilibrar la balanza comercial ni crear más empleo en Estados Unidos sino «el mantenimiento de su liderazgo tecnológico» frente a la emergente potencia asiática. En este sentido, ha añadido que si China lograra encabezar esta cuarta revolución industrial «tendría mayor influencia económica, política o diplomática».

Para este experto, no es habitual que como el caso de la tecnología 5G que una compañía china lidere este nicho. Esteban ha constatado que, por el momento, el gigante asiático es «más dependiente de la alta tecnología occidental que al revés y que Estados Unidos no quiere que se revierta este proceso».

Por este motivo, no se muestra optimista respecto al futuro y no duda en apuntar que «esta dinámica competitiva reduce los incentivos de la parte china para hacer concesiones». A su juicio, esta rivalidad «va a ir a peor» y como consecuencia ha augurado «una creciente reducción de la interdependencia económica entre China y Estados Unidos». En paralelo, la rivalidad estratégica entre ambos irá condicionando más la relación entre ambos.