Ingenieros de Stanford desarrollan detectores de luz diminutos que funcionan como orejas de gecko
Los geckos y muchos otros animales tienen cabezas que son demasiado pequeñas para triangular la ubicación de los ruidos de la forma en que lo hacemos los humanos y la mayoría de los mamíferos con orejas muy separadas. En su lugar, tienen un pequeño túnel en la cabeza que mide la forma en que las ondas de sonido entrantes rebotan para determinar de qué dirección provienen.
Al estructurar los nanocables de una manera que imita las orejas de los geckos, los investigadores han encontrado una manera de registrar el ángulo de luz entrante. Esta tecnología podría tener aplicaciones en visión robótica, fotografía y realidad aumentada.