La UPV prueba con éxito el transporte de material médico con aeronaves no tripuladas, ¿podría valer para las vacunas?
La carrera por conseguir la vacuna va quemando etapas y ahora se traduce en la lucha por la rápida vacunación. El transporte es una de las grandes incógnitas, especialmente, en la solución de Moderna que ha de estar a una baja temperatura para conservar su efectividad.
Los drones podrían convertirse en un aliado en la distribución. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afirma que la entrega de medicamentos usando drones se ha convertido en un método importante en los países en vías de desarrollo. Según indicó esa organización, 18 países han lanzado proyectos para usar este tipo de aeronaves con fines médicos.
En España, este tipo de pruebas también se ha realizado con éxito. La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha conseguido transportar material sanitario con un dron.
«El uso de drones permite el transporte de forma rápida, económica, sin contacto y libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Es una alternativa que puede ayudar a aligerar la gran presión sobre el sistema sanitario provocada por la COVID-19», apunta Israel Quintanilla, coordinador del proyecto y director de la Comisión de Drones de la UPV.
Un vuelo experimental de tres minutos para cubrir la distancia entre la Feria Valencia y el Hospital Arnau de Vilanova. En el primero de los vuelos desde Feria Valencia al Hospital Arnau de Vilanova, el dron de la UPV transportaba el kit de primera intervención para personal sanitario –con una mascarilla, guantes, gafas, buzo, y un test rápido de COVID en su interior.
«Con los drones, no hay atascos ni semáforos y la ruta es directa, con lo que no depende de autovías terrestres. En este caso han alcanzado una velocidad de 15 m/s; teniendo en cuenta el tiempo de despegue, en menos de tres minutos ha cubierto el trayecto», apuntó Quintanilla tras la prueba el pasado mes de noviembre.
Medicinas voladoras
La experiencia más positiva se encuentra en África, concretamente en Ghana. Allí se encuentra la red de drones médicos más extensa del planeta. Zipline comenzó a tejer su malla tecnológica en el año 2016 y ahora cuenta con una flota de pequeños aviones no tripulados que dejan caer los paquetes de medicamentos, vacunas o unidades de sangre en paracaídas.
Estos dispositivos cubren una zona de 80 kilómetros a la redonda y pueden transportar cargas de 1,8 kg en menos de media hora, evitando las malas carreteras del país y las zonas rurales más aisladas.
FUENTE: www.hoy.es