Nuevas alternativas de movilidad urbana: un ferry autónomo y eléctrico

Un innovador ferry se sumará a la nueva generación de medios de transporte que ya incluye bicicletas, motos y patinetes eléctricos, entre otros.

Si durante prácticamente todo el siglo XX las ciudades se han movido con la mismas tecnologías, es decir, el motor de explosión que impulsaba a coches, motos y autobuses, la última década ha traído innumerables innovaciones en este campo. Por un lado, la implantación de vehículos eléctricos y la evolución hacia el coche autónomo, pero también nuevas formas de usar y compartir bicicletas, motos y otros medios de transporte. La clave está en la agilidad, la versatilidad y la sostenibilidad. El último ejemplo de esta tendencia es el ferry Zeabuz, un pequeño barco autónomo alimentado con energía eléctrica que se está desarrollando en Noruega.

El objetivo de este innovador proyecto tecnológico es transportar a pasajeros de forma autónoma gracias a la inclusión de detectores de colisión y sistemas de monitorización. Todos ellos forman parte de una plataforma desarrollada por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU por sus siglas en noruego). Según sus promotores, el Zeabuz podrá realizar el amarre automáticamente, recoger pasajeros y trasladarlos de forma segura aprovechando vías náuticas. Lo más importante, sin embargo, es que se trata de un vehículo con cero emisiones al estar impulsado por energía eléctrica.

En lo que concierne a sus prestaciones tecnológicas, este innovador ferry irá equipado con cámaras, un sistema de radar y otro de Lidar en sus laterales. En la parte superior incorporará cámaras y sistemas de radar y Lidar adicionales, así como una antena 5G. En el interior irá el ordenador de navegación y las baterías. La recarga se llevará a cabo de forma inalámbrica, de tal manera que ni siquiera se precise la intervención humana en la operación. El equipo detrás del Zeabuz confía en entregar los primeros modelos de prueba a sus clientes a lo largo de 2021.

Data analytics, clave en la nueva movilidad urbana

Cuando se habla de las nuevas modalidades de transporte, lo más llamativo suele ser el hardware. Un coche autónomo o un dron para transporte de viajeros son máquinas futuristas que hacen volar la imaginación. Sin embargo, una de las claves para la operatividad de estos nuevos vehículos es todo el software y los protocolos que permitirá la comunicación entre ellos y con sensores urbanos en el marco de la llamada Smart City. Saber dónde se encuentra cada vehículo, su estado o su disponibilidad será fundamental para mejorar los servicios de motorsharing.

Un ejemplo actual de esto es la utilización de técnicas de Big Data y Analytics para el servicio de motos compartidas de ACCIONA. Estos vehículos generan un registro cada minuto, lo que supone la creación de tablas con miles de millones de registros. Esto permite determinar las zonas de mayor demanda, la necesidad de cambiar baterías o la gestión de incidencias. Además, ofrece la posibilidad de conocer el comportamiento de los usuarios, incluyendo las horas de uso, las rutas más habituales o la duración de los viajes. Este tipo de tecnologías, aplicadas también a coches autónomos y otros vehículos, ayudará a gestionar mejor el tráfico y las plazas de aparcamiento entre otras cosas.   

Fuente: Zeabuz

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