La nueva actualización del software de Apple para sus dispositivos, iOS 14, ha recrudecido la histórica y pública batalla entre la propia compañía de Cupertino y Facebook por imponer sus antagónicas visiones de negocio en Internet. El sistema operativo incluye una cláusula de privacidad que pone coto a las aplicaciones que dependen de los datos de los usuarios para generar ingresos. Es decir, exige a estas empresas que soliciten permiso para realizar un seguimiento, que los usuarios pueden aceptar, denegar o rescindir por completo, y así poder lanzar publicidad personalizada. Esta decisión abre un nuevo frente en esta guerra, que no solo afecta a la red social, sino a miles de firmas digitales más, y de cuya resolución, según palabras de Fernando Maldonado, analista principal de IDG Research, “se definirá la idiosincrasia de Internet en el futuro”.
El mensaje de Apple, con esta decisión, es el de formalizarse como una compañía orientada a la privacidad, un estatus que le beneficiará, a priori, en la venta de hardware. Pero, como contraprestación, ataca directamente al corazón de los negocios de esta lista de empresas encabezada por la red social que dirige Mark Zuckerberg, quien no ha eludido la interpelación y se ha opuesto públicamente a este cambio de las reglas del juego. “Excusan sus movimientos en un discurso basado en la ayuda a la gente, pero lo que hacen es responder a sus intereses competitivos”, ha llegado a decir. Incluso, ha puesto en entredicho la posibilidad de que la plataforma que dirige continúe siendo gratuita bajo estas condiciones.
En cualquier caso, desde Facebook son conscientes de que la nueva política de privacidad de iOS 14 seguirá en pie, y ya han comenzado a pedir a sus usuarios que acepten dicha cláusula. Además, la compañía ha comenzado una campaña de marketing que, bajo el nombre de ‘Las buenas ideas merecen ser encontradas’, se apoya en la necesidad de la publicidad personalizada como “la base que ayuda a las personas y empresas a descubrir servicios y negocios que se ajustan a sus necesidades”, tal y como recoge La Vanguardia.
Una encuesta reciente realizada por Forbes pone de relieve que aproximadamente el 38% de los usuarios de Apple dará su consentimiento a que las aplicaciones los rastreen. Por contra, el 60% no lo hará, lo que disminuirá la capacidad de personalización de contenidos en un 44% en los dispositivos Apple. Asimismo, y como curiosidad, el estudio asegura que, dentro de las denominadas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), Google es la que cuenta con un mayor grado de confianza por parte de los internautas.
A pesar de todo, explicó Maldonado, estas dos empresas se necesitan, “están condenadas a entenderse. Apple necesita a plataformas como Facebook o Instagram para seguir vendiendo, y al revés, Facebook necesita a Apple para seguir teniendo audiencia. Pero tienen dos visiones de negocio tan diferentes que la solución es muy difícil. Este caso impacta en un modelo basado en la publicidad móvil”.
Dos historias contrapuestas
Desde sus inicios, Apple siempre ha llevado la privacidad en su estrategia. Muestra de ello es que en 2012, cuando todos los números de teléfono contaban con un ID de seguimiento, la compañía les puso una fecha de caducidad con el imperativo de que los clientes otorgasen su consentimiento explícito. Pero, quizás, la batalla más mediática se dio en 2016 cuando el FBI pidió a la multinacional desbloquear el iPhone de un terrorista que había cometido una matanza en San Bernardino (Estados Unidos) para tratar de esclarecer el caso. La compañía, amparándose en la privacidad de sus usuarios, y poniendo de manifiesto que el desbloqueo del terminal podría suponer un menoscabo a futuro de sus derechos, llevó su negativa hasta las últimas consecuencias.
Por contra, el negocio de Facebook gira en torno a la información de las personas, lo que le ha llevado a lidiar con varios conflictos al respecto. El más importante, el de Cambridge Analytica, filtró más de 50 millones de datos de usuarios de la red social a la ya extinta consultora británica, que los utilizó para tratar de influenciar la campaña del Brexit en Reino Unido y las elecciones presidenciales de 2016 de Estados Unidos, que llevaron al republicano Donald Trump a la Casa Blanca. Ante tal escenario,Tim Cook, director ejecutivo de Apple, no dudó en elevar el tono de sus críticas.
Un caso que salpica a los negocios digitales
Como se ha citado, la lucha, a la que ponen cara estos dos gigantes, afecta a miles de negocios más en Internet. “En torno a este conflicto gira una gran industria basada en la publicidad programática que puede perder su granularidad, lo que conllevaría una gran caída del coste de los anuncios y la llevaría a cambiar su modelo de negocio”, aseveró el analista. De hecho, expresó, negocios como Google y Twitter también se ven afectados por esta medida, que en principio aceptarán, “ya que son empresas que contienen mucha información y pueden amortiguar el impacto de otras maneras. En definitiva, y sin poder anticipar si habrá un juicio, el conflicto por los distintos modelos de negocio en Internet perdurará”, concluyó Maldonado.
-IDG.es
Fuente: cio.com.mx