Seguro que te has fijado alguna vez que los teclados de PC, incluyendo los de ordenadores portátiles, tienen unas muescas en las teclas F y J (además, aquellos teclados que también disponen de pad numérico también tienen una muesca más en el 5). Esto es algo que para la mayoría de los usuarios pasa inadvertido ya que estamos acostumbrados a verlo pero, ¿te has preguntado alguna vez el por qué de estas muescas en el teclado? En este artículo te lo vamos a contar.
El teclado es un elemento que se ha convertido en algo de uso tan cotidiano y extendido a nivel comercial que muchas veces estos detalles pasan inadvertidos. Las muescas en las teclas F, J y el 5 del pad numérico en los teclados están ahí desde siempre, y los usamos a diario sin darnos cuenta ni saber para qué están ahí, pero una vez que lo sepas pueden llegar a cambiar la forma en la que utilizas este periférico tan sumamente común.
¿Por qué los teclados tienen estas muescas en algunas teclas?
Si miras al teclado QWERTY que utilizas a diario junto con tu PC te darás cuenta de que hay en total tres teclas (como hemos dicho antes, F, J y el 5 del pad numérico) que tienen unas pequeñas muescas o más bien protuberancias. No importa qué teclado tengas, si utilizas un portátil o si tienes un Mac de Apple, esas muescas estarán ahí, y seguramente nunca te hayas preguntado por qué.
Estas tres teclas forman parte de la línea central de teclas en los teclados QWERTY, conocida como fila de inicio. El propósito de estas muescas en las teclas F y J es guiar al usuario para posicionar correctamente las manos según los estándares de mecanografía, de manera que pueda colocarlas correctamente sobre el teclado para alcanzara todas las teclas por igual sin necesidad de mirar, como si fuera un código braille.
Según estas muescas, deberemos colocar el dedo índice de la mano izquierda sobre la muesca de la tecla F, mientras que el dedo índice de la mano derecha deberá estar colocado sobre la tecla J, de manera que el resto de dedos de las dos manos queden dispuestos de forma organizada para poder alcanzar el resto de teclas del teclado sin problemas.
En realidad, para la mayoría de personas estas muescas no tienen demasiada utilidad en el uso cotidiano de los teclados. Esto se debe a que la mayoría de personas nunca han tomado clases de mecanografía y confían más bien en su experiencia después de mucho tiempo utilizando teclados; por este motivo, a lo largo de años y años de hábitos de escritura auto evolucionados, las personas tienen su propia manera de utilizar el teclado y os sorprenderíais de lo rápido que puede llegar a escribir una persona que nunca ha dado clases de mecanografía pero que lleva años utilizando su teclado, incluyendo el escribir sin tener que mirar al dispositivo (algo que es fundamental para tener una gran velocidad al escribir).
Sin embargo y con todo, un mecanógrafo profesional siempre va a tener una mayor velocidad pero sobre todo una mayor precisión al escribir (podéis consultar por ejemplo la base de datos de 10FastFingers, en la que veréis que un usuario «promedio» es capaz de teclear 80 PPM (palabras por minuto), mientras que un profesional llega a superar las 200.
Y es que está demostrado que por mucha experiencia que se tenga utilizando un teclado, quien ha tomado clases de mecanografía es capaz de escribir muchísimo más rápido y se equivoca muchísimo menos que quien no… y para ello existen estas muescas en los teclados, pues una de las cosas primordiales a la hora de aprender mecanografía es posicionar correctamente las manos sobre el teclado para poder escribir sin mirarlo; estas muescas son simplemente para eso, porque sabiendo que debes colocar los dedos índices sobre las muescas podrás hacerlo sin tener que mirar gracias al sentido del tacto.
Las excepciones que confirman la regla
Por supuesto, en el mundo en el que vivimos hay pocas cosas que sean completamente universales y por lo tanto también nos encontramos excepciones con respecto a las muescas de los teclados. Para empezar, no tienen ningún uso en los teclados de los dispositivos con pantalla táctil como los smartphones tan extendidos a día de hoy; en nuestros teléfonos inteligentes y tablets usamos principalmente los pulgares para escribir, y aunque podamos escribir muy rápidamente de esta manera, los investigadores han comenzado a sentir la necesidad de crear un teclado más rápido que el QWERTY, el más extendido.
Obviamente, en un smartphone no escribimos como en un teclado de PC: no tenemos las manos apoyadas sobre la mesa ni las dos manos dispuestas con todos los dedos listos para pulsar teclas, sino que por norma general escribimos sujetando el dispositivo con ambas manos y escribiendo únicamente con los pulgares. Esto crea dificultades en dos sentidos: la velocidad de escritura está limitada y por supuesto es soberanamente inferior a la que podemos alcanzar en un teclado de PC, y por otro lado con las pantallas de los dispositivos cada vez más grandes, cuesta bastante llegar a las teclas que están en la zona del centro.
Por estos motivos, los investigadores han creado un nuevo tipo de teclado llamado KALQ, con una distribución bastante poco cotidiana que mueve las teclas más frecuentes a los bordes de la pantalla, dejando la zona del centro prácticamente vacía o solo con un pad numérico ahí. Actualmente este tipo de teclado no está extendido y solo se puede utilizar instalando aplicaciones de terceros, pero la intención es extender su utilización para convertirlo en un estándar en pantallas táctiles.
Obviamente las pantallas táctiles no tienen esas muescas características de los teclados de PC ya que no hay sensación táctil en los dedos posible, pero también hay otras excepciones como en los teclados que no son QWERTY; si bien es cierto que la disposición de teclas QWERTY (y sus variantes como AZERTY) son las más típicas y extendidas en todo el mundo existen otras distribuciones como DVORAK o los teclados TypeMatrix que también se utilizan mucho y que, en algunos casos, no cuentan con estas muescas o, de tenerlas, están ubicadas en teclas distintas.
Fuente: HardZone