No es de extrañar que los mercados y sobre todo las tiendas estén preocupadas con el panorama actual. La situación día tras día es cada vez más crítica, las ventas parece que van a tender a bajar y con noticias como la que vamos a ver puede ser que la tendencia actual se acentúe. Y es que según se informa los fabricantes subirán el precio de las memorias RAM y SSD desde el día uno de este mes y con visos a peor.
La pregunta más obvia es sin duda la más pertinente, ¿cuándo va a terminar esta oleada de subidas de los precios? Tan sencilla como difícil de contestar sin duda, pero la realidad es que las previsiones son cada vez peores a tenor de los recientes contratos que se acaban de firmar para, al menos, el próximo trimestre.
Los precios vuelven a subir y no se quedarán ahí
Hay múltiples informes que afirman que los precios van a seguir en ascenso de cara a este año, donde los más atrevidos también informan sobre algo similar ya entrado el año 2022. Si bien no estamos, de momento, en el punto vivido en 2017 y sobre todo 2018, parece que vamos a ello a poco que veamos cualquier gráfico comparativo de un componente que lleve mucho tiempo en el mercado.
Como se puede ver, desde finales del año pasado hemos sufrido un aumento de los precios paulatino, de menor envergadura que la crisis pasada sí, pero tal y como se han dado los últimos contratos parece que vamos a vivir una situación similar. El «cuando» lo tenemos, el límite es la duda, porque si esto sigue así podríamos ver duplicado el precio de las memorias RAM y SSD antes de finalizar 2022.
El problema es que no hay una buena noticia de cara a futuro, ni siquiera de forma especulativa, ya que el panorama que se nos presenta es incierto y para colmo estamos en pleno cambio de uno de los componentes más importantes de la industria: las memorias RAM, en cualquier especificación.
DDR5 y LPDDR5X a la cabeza, el «crimen» perfecto
No hay más que tener en cuenta las pequeñas migas de pan que van dejando los fabricantes. Hace solo tres días SK Hynix anunciaba la producción en volumen de chips DDR5, Intel anunciaba hace dos que para octubre estarían sus nuevos procesadores en la calle, en breve sus servidores harán lo propio dando el salto a esta nueva memoria.
En 2022, AMD hará lo propio con AM5 y dará también el salto, donde ese mismo año los móviles tendrán en su haber la LPDDR5X. Por si fuese poco, ya se está informando de un aumento del 15% en el precio de las memorias ECC para servidores, así que tenemos todos los ingredientes para una debacle similar a la vivida hace solo tres años.
Para no ser tan pesimistas, tenemos que leer todo en un concepto general de la industria, donde esta también tiene mucho que decir y no solo dentro de la que se considera fabricante de NAND Flash. La demanda de procesadores y otros componentes influye en los principales fabricantes y aunque se va a disparar en 2022 es más que probable que se estabilice o baje en 2023. No hay mucha información relevante a tanto tiempo vista, pero como ya vimos, el golpe será paulatino y la bajada del precio tardará más que la producida en la subida.
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Fuente: HardZone