La modernización empresarial es la estrategia que las organizaciones de diversos sectores están siguiendo para prosperar y mantenerse en el nicho que ocupan en el actual entorno de negocios. Los líderes de TI y los ejecutivos de la C-suite están bastante conscientes de esto y buscan constantemente nuevas formas de financiar sus iniciativas de modernización, más aún cuando reina la incertidumbre y se contraen los presupuestos debido a la pandemia.
Por ello buscan que, de las inversiones que dediquen a este rubro, pueda crearse una base duradera para la innovación y ganar una ventaja competitiva. Según el estudio en Tendencias de Tecnología 2021 de Deloitte[1], en los próximos dos años se podrán observar nuevos enfoques en la reingeniería de costos, proyecciones de modelos de financiamientos y en los resultados esperados asociados a los casos de uso de modernización.
Se prevé especial énfasis en reducir lo que se denomina la deuda tecnológica, la cual se acumuló como consecuencia de usar por años los sistemas ERP como entornos de desarrollo. De ahí que para la modernización se considera una estrategia de Clean ERP, en la que se implementan herramientas de análisis de sistemas con el propósito de identificar código redundante o ajeno que reside dentro de los sistemas ERP legados, para moverlo o eliminarlo totalmente.
La decisión que están tomando los CIO y sus equipos es si deben desarrollar capacidades de misión crítica en los ERP o en plataformas alternas como la nube. Aunque la tendencia que se está observando apunta hacia el rediseño de las capacidades centrales en la nube a fin de que las organizaciones aprovechen al máximo las opciones que ofrece esta plataforma y mejorar sus capacidades actuales.
Esta inercia ya se había observado desde antes de que la pandemia impactara a la economía global. Existe hoy un renovado interés por migrar a la nube, especialmente entre las empresas que necesitan una manera eficiente y accesible de dinamizar activos centrales rígidos, pero esenciales. Revitalizados en la nube, estos activos pueden servir como una base robusta para las estrategias de innovación y crecimiento en áreas como inteligencia artificial y edge computing.
Se observa, asimismo, un aumento en los modelos creativos enfocados en rediseñar financieramente los casos de negocio de modernización, los cuales exploran acuerdos de transformación con socios tecnológicos encargados de migrar o actualizar sistemas y utilizar herramientas innovadoras. Los acuerdos que se están logrando están diseñados para reducir la inversión de capital, así como los sistemas empresariales se modernizarán hacia plataformas nativas de la nube.
Tanto el planteamiento de casos de negocio con una nueva perspectiva financiera y la implementación de modelos más eficientes y económicos para eliminar código no esencial de los sistemas ERP, tienen como objetivos impulsar una estrategia de Clean ERP para el desarrollo de software crítico para el negocio y, en consecuencia, crear una ventaja competitiva y elevar la agilidad al reducir la deuda técnica del ERP.
En el contexto actual de incertidumbre y donde la economía sigue padeciendo el embate de la pandemia, las organizaciones no están considerando hacer grandes inversiones en hacer actualizaciones importantes a sus sistemas de planeación de recursos empresariales. De hecho, actualizar un sistema ERP legado puede ser extremadamente costoso y tardado.
El mejoramiento de los activos legados ofrece una oportunidad continua. Lo que solía ser un sistema ERP sencillo o un módulo central individual se ha convertido en una serie de capacidades descentralizadas, habilitadas por la nube y coordinadas mediante APIs, que es una interfaz de programación para aplicaciones, para simplificar la experiencia de los usuarios. Las empresas que siguen esta tendencia podrán no solamente adaptar activos centrales valiosos a las nuevas realidades tecnológicas, sino también para financiar esta labor de formas creativas.
Fuente: cio.com.mx