En los diseños para computación de alto rendimiento o HPC, no solo es necesario tener una potente CPU para ganar los contratos más suculentos en supercomputación, sino también una GPU que la acompañe. Ante esta situación Intel ha estado desarrollando su propia GPU para HPC, llamada Xe-HPC o bajo su nombre en clave, Ponte Vecchio, la cual será utilizada en el superordenador SuperMUC-NG
Uno de los problemas con los que se ha enfrentado Intel hasta ahora es la de no tener una arquitectura para GPUs potente, esto le ha hecho perder grandes contratos de superordenadores frente AMD, la cual puede conseguir contratos más fácilmente gracias a su tecnología combinada de CPU y GPU. Con NVIDIA comprando ARM y dejando a Intel fuera de sus diseños la única solución existente para los de Pat Gelsinger es optar por desarrollar su propia GPU.
Intel nos adelanta su GPU Ponte Vecchio
A través de su cuenta de Twitter, el arquitecto jefe para gráficos de Intel, Raja Koduri, ha vuelto a hacer mención de Ponte Vecchio a través de una animación donde podemos ver como se organizan por diferentes tiles o chiplets su diseño más ambicioso hasta la fecha, la GPU para HPC o computación de alto rendimiento Ponte Vecchio.
Ponte Vecchio se basa un diseño de dos GPUs simétricas Intel Xe-HPC compuestas por tiles o chiplets, los cuales para intercomunicarse entre sí hace uso de las últimas tecnologías de empaquetado de Intel como son Foveros y EMIB. Y es que nos encontramos ante un diseño que tiene una complejidad de cien mil millones de transistores repartidos entre sus 47 tiles.
SuperMUG-NG: Ponte Vecchio más allá de Aurora
A través del medio alemán Hardwareluxx hemos podido saber que en el Leibniz Supercomputing Centre de Múnich, en Alemania, Intel ha obtenido un contrato para el desarrollo de la segunda iteración de superordenador SuperMUC-NG para 2022, el cual hará uso de hardware casi exclusivamente de Intel.
Las CPUs del SuperMUC-NG serán Intel «Saphire Rapids», los Intel Xeon Scalable de cuarta generación que compartirán el núcleo Golden Cove con Alder Lake y se espera que de cara al almacenamiento utilice hasta un 1 PB en almacenamiento a través de un DAOS (Distributed Asynchronous Object Storage) donde se utilizarán SSD basados en la memoria persistente Intel Optane.
En principio esto no sería una sorpresa los superordenadores con CPUs de Intel, pero en la GPU escogida hay un cambio importante, ya que en vez de optar por una GPU NVIDIA Tesla esta vez se ha optado por la GPU Intel Ponte Vecchio. Lo cual es una victoria importante para Intel, ya que la actual iteración del SuperMUC-NG utiliza precisamente GPUs de NVIDIA, lo que nos demuestra que las GPU Ponte Vecchio son de mayor rendimiento que la NVIDIA GA100, la cual es la GPU para HPC de NVIDIA hasta la fecha.
Hemos de tener en cuenta que NVIDIA lanza una nueva arquitectura cada dos años y sabemos por su mapa de ruta más reciente que la siguiente arquitectura podría aparecer en el 2022. Durante la misma fecha que Intel lanzará Ponte Vecchio. No sabemos si para la segunda iteración del SuperMUC-NG se ha tenido en cuenta la siguiente generación de NVIDIA, pero no podemos negar que ganar un contrato de este tipo no resulta fácil. En especial si tu rival es la todopoderosa NVIDIA que domina con puño de hierro dicho mercado.