«Les resulta algo natural, no es es exactamente como jugar al Fortnite pero es parecido. Además, desarrollan sus habilidades hasta alcanzar efectividad operativa en muy poco tiempo. A decir verdad, no pensé que fuera a funcionar tan bien y tan rápido».
Esta cita no corresponde a una competición de videojuegos y no es un Youtuber quien la pronuncia. Su autor es un coronel del ejército israelí. Lo que es «parecido» a jugar al Fortnite es manejar un carro de combate -lo que en lenguaje común se conoce como un tanque- y «alcanzar efectividad operativa» se refiere a ser capaces de manejarlo de forma suficientemente competente como para ir a la guerra. Para utilizarlo como una máquina de matar.
Una máquina de matar que se maneja con un mando de la consola XBox, que tiene pantallas táctiles como una tablet, con una interfaz similar a la de videojuegos populares como el Call of Duty o el Fortnite y cuyas paredes interiores están forradas de pantallas gigantes para mostrar la acción real que sucede en el exterior del tanque.
Butizado como Carmel, este carro de combate es la última innovación del ejército Israelí desarrollado en colaboración con Israel Aerospace Industries.
Carmel está llamado a ser el vehículo de combate acorazado de la próxima generación del ejército israelí. Tiene en mente a la próxima generación del militares del país (Israel tiene mili obligatoria desde los 19 hasta los 21) y ha contado con ellos para adaptar la interfaz de los videojuegos a las máquinas de guerra.
«Adolescentes, gente que va a hacer el servicio militar y gente que ha hecho el servicio militar. Les de dejamos jugar [con el simulador] para concretar que tipo de habilidades y accesorios debemos utilizar. De acuerdo a eso, desarrollamos el sistema completo», explica al Washington Post uno de los responsables del desarrollo del proyecto.
«El controlador [de videojuegos] es solo la interfaz. La idea es contar con una tecnología sofisticada y un modo de tratar con ella», asegura.
Sin embargo, los videojuegos -concretamente títulos como StarCraft II o Doom- también han servido como entrenadores de los sofisticados sistemas de inteligencia artificial con los que cuenta el vehículo, que tiene capacidad de funcionar de forma autónoma, semiautónoma y en un modo manual.
USO MILITAR DE LOS VIDEOJUEOGOS
La guerra y los videojueogs convergen más allá de la anécdota o como género de entretenimiento. El año pasado, aprovechando la GamesCom -la mayor feria de videojuegos de Europa a la que acuden más de 200.000 personas- el ejército alemán forró la ciudad con carteles de reclutamiento que imitaban a los videojuegos.
Años antes, el ejército de Estados Unidos llegó a desarrollar sus propios videojuegos que empleaba como una forma de captar potenciales reclutas entre sus filas.
Recientemente, el ejército de Estados Unidos también ha puesto en marcha equipos de ESports que compiten en videojuegos que cuentan con una gran audiencia en plataformas como Twich con la finalidad de despertar una vocación castrense entre adolescentes y preadolescentes norteamericanos.
Fuente. expansion.com