En los laboratorios de Facebook científicos trabajan en crear la siguiente generación de la interacción digital con lentes y casos de VR y AR.
“Se ven ridículos”, “jamás me pondría eso porque te aísla”, “¿quién quiere tener una computadora en su cara todo el tiempo?”, esas son algunas de las frases más comunes entre los usuarios generales cuando piensan en el desarrollo de los cascos o lentes de realidad virtual o aumentada. Sin embargo, pese a lo complejo, aislante o incómodo que podría resultar esa experiencia, lo innegable es que esas tecnologías son la principal manera en las que vamos a interactuar con nuestro universo digital en las próximas cinco décadas.
“Estas tecnologías nos permitirán hacer más cosas de lo que nos hace humanos. Y esa es la razón fundamental por la que creo que un VR/AR será la tecnología dominante a lo largo de toda nuestra vida digital. Sacudirá los próximos 50 años, cada bit con el que interactuemos, tanto como la informática personal y es fundamental que ese futuro se forme de la manera más positiva y responsable posible, lo que requerirá la participación y colaboración de toda la sociedad”, dijo Michael Abrash, líder Científico de Facebook Reality Labs.
En una reunión cerrada a la que tuvo acceso Forbes México, Abrash explicó que lo que tenemos que entender es que VR/AR cambiarán por completo nuestra vida porque hasta antes de estas tecnologías nuestra interacción con la información digital solo ocurría en 2 dimensiones y era imposible crear una conexión real con nuestro cerebro.
“Interactuamos con el mundo digital de forma plana en dos dimensiones tocando la pantalla de nuestros teléfonos inteligentes o nuestras computadoras. Hacer click o tap (tocar) evita que nuestra percepción cerebral libere nuestro máximo potencial. En contraste al hacer que el mundo virtual sea completamente tridimensional vía realidad virtual o aumentada nos permitirá acceder a la información de la forma en que se diseñó para trabajar con ella. Mezclar lo real y lo virtual libremente y eso nos permitirá aprender a conectar, colaborar y resolver problemas de manera más efectiva”, comentó.
El investigador, que confiesa que se dio cuenta del potencial de la realidad virtual cuando se puso un casco de VR y al escalar un risco y mirar por el acantilado: “miré por encima del borde y al instante sentí que mis rodillas se bloquean. Mi mente consciente sabía que no había ningún peligro real excepto ese procesamiento inconsciente”.
Pero más que para entusiastas de los juegos de video, como es ahora, Abrash explicó que los laboratorios de investigación de Facebook trabajan en hacer de este tipo de aparatos “el reemplazo de la PC”.
Es decir, dar la posibilidad al usuario de que al colocarse uno de estos cascos entre a su espacio de trabajo en donde su pantalla, su teclado y mouse muy probablemente no existan físicamente, sino que sean representaciones digitales que responden a los movimientos de nuestros dedos o a impulsos eléctricos de nuestro cerebro.
Y que en el momento que lo desee el usuario “pueda tomar en sus manos” ese contenido digital y manipularlo o combinarlo a su gusto, sin estar limitado al espacio de un monitor o pantalla.
“Ese espacio de trabajo en solitario sería sin duda algo bueno”, dice Abrash pero añade que “el aspecto verdaderamente transformador sería la posibilidad de compartir espacios virtuales. Con otras personas, sin importar dónde estén, eso tendría el potencial de ser el entorno de colaboración más productivo”.
Como parte de la sesión Facebook, mostró sus avances en el desarrollo de avatares y lugares virtuales “ultrarrealistas” que mediante el uso de cámaras, software de reconocimiento facial y gráficos avanzados puedan dar la sensación de que estamos interactuando con otro ser humano y no con su persona digital.
Aunque el experto reconoce que muchas de estas tecnologías apenas están en desarrollo y que aún es difícil definir cuándo llegarán al mercado, su potencial va más allá de la colaboración.
“En el futuro ya no tendrás que vivir cerca del trabajo para ir a la oficina, piensa en el potencial en calidad de vida o impacto ambiental al reducir todos los viajes o traslados. Tu talento podría ser aprovechado en todo el mundo, así un trabajo bien remunerado ya no estaría limitado en parte por el lugar donde hayas nacido”, comentó.
Realidad aumentada pero con estilo
La red social quiere tener un pie tanto en los mundos virtuales como en la tendencia de extender nuestra realidad física con objetos digitales. Sue Young, directora de Gestión de Productos de Realidad Aumentada, comentó en la reunión con Forbes México que el producto para ese futuro son anteojos o gafas.
A finales de 2020, Facebook anunció una colaboración con Essilor Luxottica para desarrollar la nueva regeneración de gafas inteligentes bajo la marca RayBan que se espera se presenten en 2021.
Y aunque las gafas no existen, Young aseguró que la gente ya se siente cómoda con la realidad aumentada. Según datos de Facebook e Instagram, todos los meses más de 600 millones de personas usan filtros de AR en ambas redes y en abril de 2021, Brasil y México estuvieron en el Top 10 de países con más usuarios activos de creadores de SPARK AR en Instagram.
Hoy el programa que permite crear esos famosos filtros que agregan objetos, cambian o crean efectos en los rostros de los usuarios tiene más de 400,000 creadores en 190 países han desarrollado más de 1.2 millones de efectos Spark AR para Facebook e Instagram.
Sin embargo, aún existe una enorme limitante para su uso: la fricción que existe en la actualidad cuando los usuarios quieren interactuar con contenido digital que se ven obligados a “bajar la mirada o sacar sus smartphones consultar o interactuar con el contenido”.
La promesa de la realidad aumentada e investigaciones como la de Facebook está en poder realizar todo lo que hacemos hoy con nuestros móviles pero sin tener que desconectarnos de nuestro entorno.
Ambos expertos reconocieron que la existencia de estos dispositivos es incluso un poco más lejana que la de la realidad virtual. En parte porque existe una enorme preocupación de la gente por la privacidad del usuario, la recopilación de datos que estas tecnologías necesitan y los contextos en los que entregarán o no información al usuario.
“Las próximas décadas viviremos cambios muy emocionantes. Este es el comienzo de un largo viaje que cambiará todo los conceptos que tenemos sobre nuestras vidas digitales”, explicó.
Fuente: forbes.com.mx