Si Gretta González, directora general de Viajes Compartidos de Uber en México, tuviera que definir en una única palabra lo que ha significado para ella este 2020, sin lugar a dudas, el vocablo que escogería sería “transformación”.
Con ella concuerda José García-Pimentel, director general de Uber Eats, también en nuestro país. Y es que a ambos les ha tocado, durante los meses más recientes, presenciar la manera en que, paulatinamente, los negocios en los que están presentes sufrieron una metamorfosis radical, probablemente como nadie se lo hubiese imaginado.
El culpable de todo esto fue el nuevo coronavirus SARS-Cov-2 y su enfermedad Covid-19, que obligó a la mayor parte de la población del mundo, includos los mexicanos, a resguardarse en sus casas para evitar contagiarse de este mal que, desde principios del año, desató una pandemia que ha recorrido todos los países.
Se trató de un hecho que lo modificó prácticamente todo y que llevó a Uber, empresa que cerró 2019 con reservas brutas superiores a 65,000 millones de dólares (mdd), a tomar una decisión trascendental, ya que, por increíble que pudiera parecer, llamó a la gente a no salir de sus cuatro paredes, con el objetivo de que pudieran cuidar su salud, a pesar de que la acción pudiera afectar su negocio.
“Este año ha sido, ante todo, transformador, porque nos tocó ver cómo Uber, una compañía que se dedica a movilizar personas, dio un giro de 180 grados, al pedirles que no se movieran de sus casas, lo que nos hizo repensar y evaluar de nuevo todo”, comenta González.
CAMBIO DE PARADIGMA
El hecho lastimó seriamente a la compañía, al igual que lo hizo con muchas otras, ya que vio cómo, durante el segundo trimestre del año (temporada en la que más se acrecentó la crisis sanitaria en el mundo), su negocio insignia, el de viajes compartidos, acabó por registrar una caída de hasta un 75% en el orbe.
Así lo reveló el último reporte financiero de Uber, en el cual se especificaba que, en comparación con el mismo periodo del año pasado, sus reservas brutas derivadas de su negocio de movilidad pasaron de 12,188 a apenas 3,046 mdd. La situación podría haber sido catastrófica para la empresa de no ser porque, en medio de esta situación, la firma encontró en otro de sus productos un salvavidas que evitó el naufragio.
Y es que, al contrario del segmento también conocido como Rides, el de Uber Eats despegó considerablemente durante los meses en los que se registró la peor etapa de la crisis, básicamente porque acabó por convertirse en un aliado, tanto para las personas que querían evitar salir de casa y querían pedir comida, como para los negocios restauranteros que pudieron, por medio del delivery, mantener se activos.
Tan fuerte fue el desarrollo que experimentó este negocio (que hoy ya no toca solamente a restaurantes sino también a lugares como farmacias o tiendas), que alcanzó un crecimiento, en comparación con 2019, de 106%, pasando sus reservas brutas de apenas 3,386 a 6,961 mdd.
Fue así como la firma suavizó el impacto de la pandemia al conseguir que la baja de sus reservas totales en el trimestre quedara en un 35% menos (15,766 mdd en 2019 vs 10,244 mdd en 2020). Este hecho global se reflejó también en México, considerado uno de los cinco países de mayor importancia para Uber, y fue así como Gretta y José vivieron dos realidades diferentes, aunque con mucho trabajo para ambos.
“En mi caso, me tocó reevaluar prioridades y ver de qué manera, con nuestra tecnología, podíamos ayudar a [mejorar] la situación. Hicimos más de 40,000 viajes movilizando médicos, acercamos a la gente a los centros de donación, nos aliamos con la red nacional de refugio, llevamos despensas a personas mayores, vimos la manera de negociar para ayudar a los conductores con los créditos de sus autos, trabajamos mucho”, comenta González.
Mientras tanto, García-Pimentel vivió el avance “de cinco a 10 años que, durante este momento, registró la adopción de la tecnología en México”, administrando el muy acelerado crecimiento de las solicitudes de pedidos que iban generándose.
Por poner sólo un ejemplo, durante el periodo de pandemia, este servicio se amplió en 20 nuevas ciudades en el país, teniendo ya presencia en 80 el día de hoy.
OPORTUNIDADES
Los directivos de Uber no hablan únicamente del momento que cada uno vivió, sino también de las alternativas que hoy han podido sacar adelante tras las dificultades a las que cada cual se enfrentó en está nueva dinámica que el coronavirus SARS-Cov-2 trajo a sus negocios.
Gretta González detalla que en la parte de viajes compartidos de la compañía, que este año llegará a un total de 100 ciudades mexicanas con operación (y aún, menciona, aspira a más), se trabajó (además de en las actividades de reacción antes mencionandas) en dos nuevos servicios que ayudarán a fortalecer la firma.
El primero de ellos fue Uber Flash, una función que en otras partes del mundo se conoce como Uber Connect, y que permite a las personas enviar, a través de los vehículos adscritos a la compañía, cualquier cosa a otra persona, el cual alcanzó, en apenas un par de meses de funcionamiento, el millón de viajes.
Pero las cosas no se quedan ahí, explica la ejecutiva (que apenas cumple poco más de seis meses al frente de esta división en México), ya que la empresa, a partir de todo lo que ha sucedido y en aras de consolidar más todas sus soluciones, está preparando el lanzamiento de Uber Pass, siendo México el tercer país a nivel mundial en adoptar este servicio.
Se trata, en esencia, de una membresía que permite a los usuarios constantes de la compañía, por un pago mensual, acceder a distintos descuentos en sus dos servicios disponibles, tanto el de rides como el de eats.
“Uber Pass forma parte del trabajo de unificación en una misma plataforma que estamos impulsando y la mayoría de las decisiones que vayamos tomando hacia adelante estarán muy pensadas en todo este tema”, comenta González.
Del otro lado, Uber Eats también aprovechó el momento para preparar nuevas cosas. La más importante, comenta García-Pimentel, consiste en un servicio nuevo que ayudará a los restaurantes a abrir su propia plataforma de venta en línea, la cual estará respaldada por la tecnología de Uber.
“Éste es un nuevo producto de e-commerce para los restauranteros, con el cual ellos podrán, en su propia página con tecnología de Uber, procesar todos sus pedidos y decidir cómo los entregan. Ello ayudará a reducir las comisiones para ellos. Incialmente, este año todas estarán en cero”, comenta.
A fin de articular tanto este servicio como otros que siguen en planeación, los ejecutivos de Uber aseguran que la compañía tiene previsto incrementar considerablemente sus inversiones en el país, las cuales aumentarán, de 500 mdd, cantidad que desde un inicio hasta hoy han colocado en México, a 1,000 mdd en los próximos dos años.
“Tenemos muy importantes disrupciones en camino y el compromiso de inversión, cuyo objetivo es alcanzar los 1,000 mdd ya en un par de años. Eso te habla de la importancia tan grande que tiene el país para la compañía”, advierte el titular de Uber Eats.
APUESTAS EN CIERNES
Pero existen dos temas más que la firma aún tiene en mente. El primero de ellos es que los directivos de la empresa tecnológica dicen estar ya preparados para, en el momento en que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) otorgue su aval, puedan comenzar a trabajar con Cornershop en México.
Se trata de una transacción de compra, notificada desde mediados de octubre del año pasado, que ya ha sido validada en Chile, pero no en nuestro país, por distintas razones. Uber pretende pagar un total de 459 mdd en esta operación.
La empresa ya cuenta, más allá de México, con la app que permite la adquisición en línea de la lista de supermercado integrada dentro de su plataforma.
“El tema sigue, al día de hoy, en revisión por parte de las autoridades; nosotros esperamos su resolución para dar los siguientes pasos. Somos optimistas respecto a todo lo que puede llegar a darnos”, comenta José García-Pimentel.
A pesar de que, a principios de la pandemia, Uber retiró de México su servicio de bike sharing Jump, la compañía no descarta que, más adelante, pueda volver este servicio de micromovilidad, o alguno otro relacionado con ellos, como podría ser Lime, startup de renta de scooters en la que recientemente realizó inversiones.
“No está, de ninguna manera, descartado este servicio, porque entra directamente en el ámbito de la movilidad. Necesitamos ver cómo nos vamos recuperando y, con base en eso, buscaremos la confianza necesaria para su regreso”, dice Gretta González.
Fuente: www.forbes.com.mx