Así serán las casas impresas en 3D que se construirán en Marte

El concurso 3D-Printed Habitat Challenge de la NASA ya tiene ganador. Esta estructura vertical impresa en 3D puede levantarse en menos de 30 horas y está fabricada con material biodegradable.

Casas impresas en 3D en Marte
La casa se construye en 30 horas, sin la intervención de un equipo humano y a base de un compuesto formado por un biopolímero de basalto.
Foto: AI Space Factory
Diseño innovador
La estructura vertical de MARSHA dista mucho de las clásicas cúpulas que suelen emplearse en los hipotéticos habitáculos marcianos, haciendo de esta respuesta un alternativa menos costosa y más adaptable a las condiciones de la superficie del planeta rojo. 
Foto: AI Space Factory

Construcción autónoma
Esta vivienda marciana se construye mediante un brazo telescópico vertical conectado a un rover estacionario durante todo el proceso de impresión en 3D. Su diseño permite ahorrar costes, ya que puede levantarse directamente en suelo marciano con materiales que pueden conseguirse con facilidad en el planeta rojo.
Una casa soleada
Unas escaleras dan acceso a las distintas estancias del edificio marciano. El prototipo incluye además ventanas en cada planta que permiten una vista de 360 grados a la superficie del planeta rojo, aportan luminosidad durante todo el día marciano, facilitando a sus ocupantes unas condiciones de habitabilidad similares a las que podrían experimentar en la Tierra.
Foto: AI-SpaceFactory
Máximo confort en el espacio
El interior de la vivienda permite crear compartimentos adaptados a todas las necesidades humanas. En la imagen una pequeña oficina comparte espacio con una hipotética cocina. Las dimensiones del edificio dan cabida a varias plantas ideadas para múltiples usos. 
Foto: AI-SpaceFactory
Estructura de doble capa
MARSHA ha sido ideado para aislar los espacios habitables de la expansión y contracción producidas como consecuencia del brusco cambio de temperatura de la superficie marciana. El interior, aseguran sus creadores es ‘ligero, espacioso, y ‘humano’.
Foto: Ai Space Factory
A prueba de golpes
El proyecto ha sido seleccionado de entre otros 60 propuestas, al considerarse que cumple los requisitos que debería tener una hipotética vivienda en suelo marciano: facilidad de construcción, resistencia y perdurabilidad.
Foto: Ai-Space Factory
Disntintas plantas
La estructura incluye distintas plantas en las que se desarrollan distintas actividades. En la primera planta se incluyen servicios externos y un laboratorio. La segunda alberga una cocina, la tercera incluye cabinas individuales y un jardín hidropónico, y la cuarta una pequeña sala par la práctica de ejercicio.
Foto: AI-Space Factory

Una vivienda de estructura cilíndrica fabricada con una impresora 3D ha sido elegida por la NASA como mejor proyecto del certamen 3D-Printed Habitat Challenge. El proyecto, llamado MARSHA, es obra de al empresa AI Space Factory y ha sido seleccionada entre otros 60 participantes, al considerarse que cumple los requisitos que debería temer una hipotética vivienda en suelo marciano: facilidad de construcción, resistencia y perdurabilidad. Sus creadores serán galardonados con un premio de 500.000 euros.

La organización ha valorado especialmente el proceso de automatización de construcción, que puede completarse en unas 30 horas sin la intervención de un equipo humano, así como su composición: un compuesto formado por un biopolímero de basalto, un material reciclable y biodegradable que puede conseguirse fácilmente en terreno marciano. El material superó las pruebas de presión, resistencia e impacto impuestas por la organización, consiguiendo una nota muy superior a las de sus competidores.

Construcción 3D ‘in situ’ en Marte

Una de las particularidades de MARSHA es que puede ser levantado en Marte sin coste adicional ni ayuda humana. Según sus creadores, el proyecto responde a una tecnología denominada ISRU (In Situ Resource Utilization, por sus siglas en inglés) capaz de sortear la denominada “ecuación del cohete», según la cual por cada 10 kilos que tiene un cohete necesita 90 de combustible propulsor. Sin la tecnología ISRU, el coste de importar a Marte todos los materiales desde la Tierra se antojaría imposible.

El proyecto MARSHA se aleja completamente de los diseños marcianos anteriores, caracterizados por incorporar cúpulas bajas y estructuras cerradas. Las construcciones terrestres están pensadas para soportar las condiciones climáticas y meteorológicas de nuestro planeta, mientras que un diseño ideado el suelo marciano necesita de una estructura optimizada que pueda soportar la presión atmosférica, las tensiones estructurales y la radiación solar, además de generar una huella ecológica mínima .

Esta vivienda marciana se construye mediante un brazo telescópico vertical conectado a un ‘rover estacionario durante todo el proceso de impresión en 3D, desafiando la imagen convencional de las cúpulas espaciales que suelen emplearse en los habitáculos marcianos. La automatización convierte la edificación en Marte en una empresa menos costosa, tanto en términos económicos como humanos.

Casas marcianas de doble capa

Una de las innovaciones más destacables del proyecto tiene es su estructura de doble revestimiento, ideado para aislar los espacios habitables de la expansión y contracción producidas como consecuencia del brusco cambio de temperatura de la superficie marciana. El interior, aseguran sus creadores es ‘ligero, espacioso, y ‘humano’. Según sus creadores ‘una pequeña burbuja terrestre en un mundo distante’.

El prototipo incluye además ventanas en cada planta que permiten una vista de 360 grados a la superficie del planeta rojo y aportan luminosidad durante todo el día marciano, facilitando a sus ocupantes unas condiciones de habitabilidad similares a las que podrían experimentar en la Tierra.

“Desarrollamos esta tecnología para el espacio, pero creemos que tienen potencial para transformar la manera en la que construimos en la Tierra”, afirmaba en un comunicado David Marlott, CEO y fundador de AI Space Factory, quien aseguraba que, usando materiales naturales y biodegradables procedentes, por ejemplo, de cultivos, es posible prescindir del uso de cemento no reciclable”. El primer modelo aplicado a nuestro planeta, llamado TERA, se espera que sea lanzado en en Indiegogo, un sitio de micromecenazgo para start-ups, este mismo mes de mayo, y estará disponible para todo aquel que desee experimentar cómo debe de ser la vida en suelo marciano.

FUENTE: nationalgeographic

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